Concluída la trifulca con el saldo de diez ancianos muertos y un policía devorado posteriormente en una olla de polenta popular, Gregory le robó un beso a Matías."¿Qué hacés, boludo?" inquirió Matías ruborizado.
Pero luego, para sorpresa de todas y todis, descendió agachándose hasta que su boca ganó el ombligo de Gregory.
"Me hiciste calentar, boludo. Te voy a chupar a vos y a tu pija, boludo".
El flaco, ruborizado y sin mirar al grueso rubio, le bajó el pantalón y el calzoncillo tipo bóxer marca KEVINGSTON.
"¡Uh, qué copado!" celebró Grégory, que ya estaba al re palo.
Carlitox apareció flotando malherido. Tras verlos rió "¡Jo jo jo!" y se le desprendieron algunas piezas dentales. Su vuelo errático presagiaba lo peor.
Carlitox cayó muerto sobre la vereda.
El viejo todo golpeado, se escuchó a lo lejos. Alguien le preguntó cómo había sobrevivido a los gases, los golpes y los camiones hidrantes.
"Tengo chaleco, viteh".