domingo, 8 de julio de 2018

Bebe largamente



Cansado de consultar inútilmente a los hombres y los libros,

he querido dialogar con el ánfora.

Posé mis labios sobre sus labios y murmuré

«¿A dónde iré cuando muera?»



Ella me respondió:

«¡Bebe de mi boca!

¡Bebe largamente!

¡No retornarás jamás!»