Por fin, Agatha en las garras del félido mofletón. |
Luego de una década de tomar clases de hipnotismo con el hijo de Tu-Sam, Gaturro consigue lo que tantos años se le negó: Los labios de Ágatha.
¿Pero es ésta una técnica lícita para el amor?
¿El amor se toma? ¿O el amor se da?
¿Es cosa de la voluntad o de dejarse llevar por el río de la pasión?