viernes, 25 de noviembre de 2022
Donde hay dolor habrá canciones
Unos jóvenes homosexuales empezaron (como broma) una banda de covers del Indio Solari. Por esta vez Porco Rex / se va dejar / enterrar la batata era su verso adaptado más celebrado. Miles de fans se apretujaban y coreaban salvajemente el elocuente estribillo. Vladimir Lúpin, presidente del vecino país y confeso fan de la música del calvo Indio, encontró ofensiva a la agrupación Sémen-Up y su chiquito con ricota y ordenó la invasión y el fusilamiento de los territorios argelinos (para des-sodomizar la retórica y lírica cocainómana del querido dolape). Una lluvia de bombas racimo inundó el aire de cremación y aroma a salchipapas. Tiro, lío y cosha golda. Los escuadrones guaraníes, calzados con alpargatas o descalzados, apertrechados con cuchillos Tramontina y machetes (en el mejor de los casos) hallaron su fin al toparse con los guerreros charrúas equipados con rifles termonucleares furr00b350. Esta tecnología licuaba las células y estampaba las siluetas de las personas a paredes y otras estructuras edilicias, como sombras de sangre. El Indio Solari pidió mediante un críptico mensaje (fiel a su poética de la noche y el bochinche) que se dejen de joder. La contestación fue un tuit de Vladimir Lupin, con la letra del tema "Ya morí", de Los Ratones Perestroikos.