Beettlejuice mató a pisotones a Peter. Para festejar, se tomó unos daikiris y comió un super-pancho adherezado con escarabajos egipcios. Se puso romántico y empezó a besar a Lydia con cualquier excusa.
La joven respiraba los efluvios etílicos del nunca bien ponderado super-espectro del No-Mundo (Neitherworld) y, embriagada, se puso a hablar boludeces. El payasesco engendro ataviado en blanquinegro le acercaba su boca de dientes desparejos a la adolescente (¿o pre-adolescente?).
El sol bajaba. La luna se encendía de carmesí.
Pablo Lescano y Delfín Quishpe aparecieron. Lydia ya estaba adormecida y desvestida cuando los aclamados músicos preguntaron a gritos por su extinto y aplanado amigo, Peter la Anguila.
Una seductora transfiguración super-espectral. |
Beetlejuice se transfiguró en un VAMPIRE TRANNIE y Delfin Quishpe y Pablo Lescano se pusieron de la cornea. Le entregaron y enterraron toda su simiente, su mermelada de perlas.
Cuando extasiados y agotados se tendieron a dormitar en la arena, Beetlejuice les cercenó la cabeza con una espada de Hattori Hanzo, pero made in China.
Judit por Franz Von Stuck. |
La idea la obtuvo de la biblia. Quizá no hay nada nuevo bajo el sol, pero podemos hacer de cuenta que sí. Quizá es cosa de cómo combinar lo ya existente.
De jugar a detectar alusiones y referencias, del regodeo intertextual.