domingo, 27 de julio de 2025
Peppermint Patty y Charlie Brown
"Te amo, Chuck" dijo Peppermint Patty. Charlie Brown, sentado en el mismo árbol que ella, se quedó perplejo, sin decir nada. Ya lo sabía, pero, ¿qué iba a hacer? Sabía que ella, la pimentosa Patty, estaba al tanto de que a él le gustaba cierta muchachita pelirroja.
"Voy a repetir el curso otra vez, quizá el año que viene no pueda seguir siquiera en la misma escuela", mencionó Patty. "Marcie intentó ayudarme, pero no hubo caso."
"La vida no es para todos", acotó Charlie Brown, pero en seguida se arrepintió. Aunque llevaba pensando eso hace mucho tiempo. "¿Qué te gusta de mí, Patty? Nunca gané un partido de baseball. Ayer perdimos 99 a 0. Lucy siempre me quita el balón de foot-ball americano cada vez que quiero patearlo. Sé que lo hará y sin embargo lo sigo intentando..."
Pero a Patty no le importaba eso. "Eres sensible, Charlie Brown. Me atraes y no puedo decir por qué. Soy muy bruta. Pero te amo."
Charlie Brown se ruborizó un poco. ¿Cuándo fue la última vez que alguien le dijo algo lindo?
Patty se acercó y lo besó. "Vamos a mi casa, Chuck-Chuckles". Peppermint Patty siempre le ponía sobrenombres ridículos.
"Marcie también te ama. No quiero que la dejemos fuera. Pero ahora te necesito para mí sola. Estoy un poco triste... y excitada."
domingo, 20 de julio de 2025
Viviana
Ordenó a traer a Viviana Canosa a la Casa Rosada. La ex panelista del infame Jorge Rial pensó que consiguió una audiencia para narrar mentiras y felar la pichula presidencial. Pero no.
Al entrar en una sombría habitación con decoración canina con ribetes reptilianos, el Presidente le pegó un cross en la mandíbula y luego un uppercut a la zapán. Estaba disfrazado de Tralalero Tralalá. Viviana no entendía nada, pero su principal interés era volver a recuperar la respiración. Tosió sangre. Y después de una patada en los dientes, vió las estrellas.
Viviana inconsciente en el piso, siguió recibiendo patadas como lo hubiese hecho un bolso de pelotas de volleyball atacado por un hombre adulto en traje de Tralalero Tralalá furry cosplay.
Ya relajado, Javier se fue a dar una ducha y se dejó acariciar por su hermana en el jacuzzi. A Viviana Canosa, lo que quedaba de ella, la arrojaron al chiquero secreto bajo la Casa Rosada, donde los gobiernos desaparecían evidencias gracias a los hambrientos porcinos que se papeaban los cadáveres desmembrados de las y los periodistas desaparecidos.
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